The weekly Peaks #7: Cómo es el proceso de aprender un idioma - y cuánto tiempo me va a llevar (Parte 1)
Seguramente alguna vez escuchaste que a la gente mayor, para mantener su cerebro joven, se les suele recomendar estudiar un idioma, o música, o hacer sudokus.
Te voy a explicar por qué esto es así, y por qué no siempre funciona de la misma manera en muchos adultos de edad media.
Nuestro cerebro, forma conexiones neuronales que con el uso y la repetición, se van afianzando.
Pensémoslo como caminitos: en un terreno, yo voy siempre por el mismo lugar, y lo que al principio es un camino de tierra, cuanto más lo recorro y más uso le doy y más refuerzo ese hábito o esa conducta, se convierte en una calle de asfalto, y después, en una autopista.
Osea: abro instagram porque no tengo nada para hacer o me abrumé de lo que estaba haciendo y quiero “relajar” un segundo.
Cada vez que lo hago, refuerzo más la conducta de que cuando estoy aburrida o abrumada, voy a abrir instagram, casi sin pensarlo.
Son las cosas que hacemos por default, como en automático.
¿Qué termina pasando?
Que a nivel cognitivo, el cerebro se vuelve cada vez más rígido, se aferra mucho más a ese camino que ya conoce y ya le funcionó.
Entonces es mucho más difícil decir “vayamos por otro lado”.
“Cuando estés aburrida, en lugar de abrir instagram, hacé respiraciones profundas”.
Cuesta un montón, ¿no?
Tu cerebro va a decir “para qué, si este camino ya lo conocemos, sabemos que si vamos por acá no nos matan, vayamos por el mismo lugar de siempre, ¿dale?”.
Y ahí agarramos el celu, y abrimos la app.
Aprender un idioma, es lo opuesto a tener un cerebro rígido, es poner un puntito a favor de la flexibilidad cognitiva.
Yo le estoy proponiendo ir por lugares distintos, construir sentidos con otras lógicas, otras palabras, ser prácticamente una persona distinta, porque aprendo a pensar de otra manera.
En otras palabras, le proponemos un CAMBIO.
Si yo adquiero otra lengua, pienso de una manera diferente.
En inglés, soy una persona distinta - puedo tener los mismos valores y gustos, pero mi humor, indefectiblemente, va a cambiar - porque cambia la forma que tengo de articular sentido, por ende, de pensar.
Ahora bien, ¿esto siempre pasa? ¿Que el cerebro al estudiar inglés, rejuvenece?
La respuesta es que No.
Cuando estudiar inglés no sirve para nada, más que para torturarte
Hay una suerte de creencia en adultos de edad media de que el tren de aprender inglés “ya pasó”. Entonces hay que arreglarse con poco.
Alguito, como para no pasar vergüenza en el trabajo, porque en última instancia, inglés es imprescindible en muchas profesiones (un factor de presión más, que no deja de jugar en contra cuando queremos aprender).
Hace unos días hablaba con una de las profes del equipo, y me contaba sobre una de sus estudiantes (sí, con lxs profes hablamos mucho de ustedes, al menos una vez por semana en las reuniones).
Y ella le decía algo así “mirá, explicame cómo decir esto, pero más fácil, así no me enredo tanto.”
Como un miedo a meterse “muy profundo en el inglés” (no sé qué significa eso aun) por miedo a perderse, marearse, que sea algo demasiado inabarcable.
Ese agarrarse de estructuras, de aprenderse frases de memoria, o de listar palabras para recitar en presentaciones y mails, no tiene nada que ver con el proceso de CAMBIO que se sostiene al sumergirse en un nuevo idioma.
Es más bien lo contrario: agarrarse a un miedo, seguir anclada en una forma de hacer las cosas.
Esto no pasa porque somos mediocres y no queremos “vivir todo nuestro potencial”: el miedo a equivocarnos es muy fuerte si estamos mediados y sobre todo, mediadas, por tantas presiones.
Pero es una realidad que ese approach lleva a la persona a un mismo resultado: seguir pagando clases y clases para un “quick fix”, algo que le permita transitar esa reunión o ese mail o esa entrevista.
La seguridad al hablar nunca llega.
Porque para eso, el proceso tiene que ser otro.
¿Cual? Aprender a pensar en inglés.
Cómo aprender a pensar en inglés.
Aprender a pensar en inglés, es un poco técnica y un poco misterio.
Una ejercita, suma herramientas, entrena, habla con gente, tiene un coach o una profe.
Y en un momento hay un “click”, algo que decanta.
No a todo el mundo le van a servir las mismas herramientas, y por eso me parecen, personalmente, una pavada, los programas que hablan de un “método” universal, que en tres meses te lleva a no sé qué cosa como si todxs aprendiéramos igual, y al mismo tiempo.
Pensemos cómo aprende un nene.
Su cerebro (a nivel cognitivo) todavía no tiene muchos caminos asfaltados porque está recién explorando el terreno por primera vez en muchas áreas.
Entonces, es súper plástico (por eso aprenden como esponjas, y por eso, con la estimulación adecuada, podemos formar personas bilingües).
El cerebro cognitivamente plástico es lo opuesto a uno rígido: mientras el segundo siempre va por los mismos lugares, no se arriesga a ir por caminos nuevos, el segundo, es puro aprendizaje y adaptación al cambio.
Un nene se acostumbra a escuchar cuentos y canciones en inglés, y no se le pasa por la cabeza pensar “¿cómo se dirá el verb to be en castellano?”. Porque no necesita saber eso para comprender lo que dice la historia.
Hay un lanzarse al vacío sin red, que el nene o nena ejercita todo el tiempo.
Entonces, el inglés comes naturally.
Esto para nuestro cerebro adulto es un riesgo.
Cuando yo digo “anotémonos en clases de inglés” me mira con cara de:
La neuroplasticidad es un concepto que se está estudiando un montón, es súper interesante todo lo nuevo que la ciencia trae día a día. 🍄
Pero volviendo: hoy en día, en las escuelas bilingües lxs nenes aprenden por inmersión. Escuchan, leen,cantan en inglés todo el día.
Luego, en una instancia posterior, eso se sistematiza.
Si ya no sos nene o nena, me dirás ¿entonces, cómo aprendo inglés?
Una estrategia posible es buscar activamente esa inmersión, y vincularla a lo que para vos es relevante.
¿Te gusta el cine? → Mirá películas en inglés
¿Te gusta la ciencia? → Buscá canales de YouTube que hablen de ciencia en inglés
¿No te gusta nada? → Scrolleá en instagram y dejá que el algoritmo se encargue.
No, mentira 😂
Buscate un hobby, algo que te entusiasme, y estudialo en inglés.
Sumergite en ese mundo para naturalizar cada vez más el escuchar y comunicarte en inglés.
Segunda idea: vínculate con el inglés desde el sonido.
Si nos siguen en instagram me habrán escuchado hablar largo y tendido sobre los beneficios de estudiar fonética.
Esto es POSTA.
El inglés es una lengua viva que suena, tiene cadencias, melodías, etc.
Vincularte con el inglés desde el sonido te va a permitir no solamente empezar a captar más intuitivamente muchas cosas, sino, a ensayar, casi jugando, cómo es tu voz en inglés.
¿Qué humor tiene, con qué cadencias habla, con qué acento?
Es muy, muy difícil llegar a interiorizar una lengua sin tener un vínculo con la parte sonora. No hablo de “saberla”, hablo de tenerla incorporada, hablarla fluidamente, poder reírte o levantarte a alguien en inglés.
Hay muchas más herramientas, las dejamos para un próximo post.